EUROPA
PRESS
26
mayo 2017
En experimentos en ratones, investigadores de la Universidad de
California (UC) San Francisco, en Estados Unidos, han descubierto que las
células T reguladoras (Tregs), un tipo de célula
inmunológica generalmente asociada con el control de la inflamación,
desencadenan directamente células madre en la piel para promover el crecimiento
sano del cabello.
Sin
estas células inmunes como socias, las células madre no pueden regenerar los
folículos pilosos, lo que lleva a la calvicie, según hallaron los científicos.
"Nuestros
folículos pilosos se están reciclando constantemente: cuando se cae un pelo,
todo el folículo piloso tiene que volver a crecer -afirma el autor del documento,
Michael Rosenblum, profesor asistente de Dermatología
en UCSF--. Se ha pensado que esto es un proceso enteramente dependiente de las
células madre, pero resulta que las Tregs son
esenciales. Si se bloquea este tipo de células inmunes, el pelo no crece".
El
nuevo estudio --publicado en la edición digital de este viernes de 'Cell'-- sugiere que los defectos en Tregs
podrían ser responsables de la alopecia areata, un
desorden autoinmune común que cause la pérdida del pelo, y podrían jugar un
papel en otras formas de calvicie, según Rosenblum.
Dado que las mismas células madre son responsables de ayudar a sanar la piel
después de una lesión, el trabajo plantea la posibilidad de que Tregs también pueden desempeñar un papel clave en la
reparación de heridas.
Normalmente,
las Tregs actúan como guardianes de la paz y
diplomáticos, informando al resto del sistema inmunológico de la diferencia
entre amigo y enemigo. Cuando Tregs no funcionan
correctamente, se pueden desarrollar alergias a sustancias inofensivas como la
proteína de cacahuete o la caspa del gato, o sufrir trastornos autoinmunes en
los que el sistema inmunológico ataca los propios tejidos del cuerpo.
Al
igual que otras células inmunes, la mayoría de las Tregs
residen en los ganglios linfáticos del cuerpo, pero algunas viven
permanentemente en otros tejidos, donde parecen haber
evolucionado para ayudar con las funciones metabólicas locales, así como
desempeñar su función antiinflamatoria normal. En la piel, por ejemplo, Rosenblum y colegas han demostrado previamente que Tregs ayuda a establecer la tolerancia inmune a los
microbios sanos de la piel en ratones recién nacidos y estas células también
segregan las moléculas que ayudan con la curación de las heridas en edad
adulta.
Rosenblum, que es a
la vez inmunólogo y dermatólogo, quería entender mejor el papel de estas
células inmunes residentes en la salud de la piel. Para ello, él y su equipo
desarrollaron una técnica para eliminar temporalmente Tregs
de la piel, pero cuando rasparon manchas de pelo de estos ratones para hacer
observaciones de la piel afectada, hicieron un descubrimiento sorprendente.
"Rápidamente nos dimos cuenta de que las zonas afeitadas nunca volvían a
crecer y pensamos que podría ser interesante. Nos dimos cuenta de que teníamos
que ahondar en esto más", relata Rosenblum.
Células madre de los folículos pilosos y
células t reguladoras, muy vinculadas
En la
nueva investigación, liderada por el investigador postdoctoral
de UCSF y primer autor Niwa Ali, surgieron varias
líneas de evidencia de que Tregs desempeña un papel
en el desencadenamiento de la regeneración del folículo piloso. En primer
lugar, los experimentos de imagen revelaron que las Treg
tienen una estrecha relación con las células madre que residen dentro de los
folículos pilosos y les permiten regenerarse: el número de Tregs
activas que se agrupan alrededor de las células madre del folículo se
multiplica normalmente por tres veces cuando los folículos entran en la fase de
crecimiento de su ciclo regular de descanso y regeneración.
Además,
la eliminación de Tregs de la piel bloqueó el rebrote
del cabello sólo si esto se hizo dentro de los tres primeros días después de
afeitar un trozo de piel, cuando la regeneración folicular se activaría
normalmente. Deshacerse de Tregs más tarde, una vez
que la regeneración ya había comenzado, no tuvo ningún efecto sobre el
crecimiento del cabello.
El
papel de Treg en el desencadenamiento del crecimiento
del pelo no parecía relacionado con su capacidad normal de reducir la
inflamación de los tejidos, hallaron los investigadores. En su lugar,
descubrieron que Tregs desencadenan la activación de
células madre directamente a través de un sistema de comunicación celular común
conocido como el camino Notch.
Los
investigadores demostraron que Tregs en la piel
expresan niveles inusualmente altos de una proteína de señalización Notch llamada Jagged 1 (Jag1), en
comparación con Tregs en otras partes del cuerpo.
Luego, demostraron que la eliminación de Tregs de la
piel redujo significativamente la señalización Notch
en las células madre del folículo y que la sustitución de Tregs
con perlas microscópicas cubiertas por la proteína Jag1 restauró la
señalización Notch en las células madre y activó con
éxito la regeneración folicular.
"Es
como si las células madre de la piel y Tregs hayan
co-evolucionado, por lo que las Treg no sólo protegen
las células madre contra la inflamación, sino que también participan en su
trabajo regenerativo --dice Rosenblum--. Ahora, las
células madre dependen totalmente de las Treg para
saber cuándo es el momento de comenzar a regenerarse".
Rosenblum dice que
los resultados pueden tener implicaciones para la alopecia areata,
una enfermedad autoinmune que interfiere con la regeneración del folículo
piloso y hace que los pacientes pierdan el pelo en partes de su cuero
cabelludo, las cejas y las caras. La alopecia está entre las enfermedades
autoinmunes humanas más comunes --es tan común como la artritis reumatoide y
más común que la diabetes tipo 1--, pero los científicos tienen poca idea de
qué lo causa.
Después
de que su equipo observó por primera vez la pérdida de cabello en ratones
deficientes en Treg, Rosenblum
aprendió que los genes asociados con la alopecia en estudios anteriores están
casi todos vinculados con Tregs y los tratamientos
que aumentan la función Treg han demostrado ser un
tratamiento eficaz para la enfermedad. Rosenblum
especula que entender mejor el papel crítico de Tregs
en el crecimiento del cabello podría conducir a mejores tratamientos para la
pérdida de cabello más generalmente.
El
estudio también se suma a un creciente sentido de que las células inmunes
desempeñan papeles mucho más amplios en la biología de tejidos de lo que se
había apreciado anteriormente, añade este experto, que planea explorar si Tregs en la piel también juegan un papel en la
cicatrización de heridas, ya que las mismas células madre del folículo están
involucradas en la regeneración de la piel después de la lesión.
"Pensamos
en las células inmunes como que entran en un tejido para combatir la infección,
mientras las células madre están allí para regenerar el tejido después de que
esté dañado -relata--. Pero lo que encontramos aquí es que las células madre y
las células inmunes tienen que trabajar juntas para hacer posible la regeneración".